Hay muchas formas de ganar dinero en este mundo. Por cierto, la más común es a través del intercambio de tu esfuerzo por dinero, también conocido como trabajo. Quizás sea el hecho de que yo hace más de 10 años que no tengo un trabajo de la forma tradicional, que yo no puedo entender a las personas que elijen esta forma de ganar dinero. El intercambio de esfuerzo u horas de tu vida por dinero es el peor método posible que uno puede hacer para ganarse la vida. Aquí te muestro el por qué.
El empleado es el que más paga impuestos
Si cambias horas de trabajo por dinero, entonces déjame felicitarte porque eres la fuente de ingresos más grande del gobierno. Y no tienes forma de escaparte porque la compañía para la que trabajes, retendrá los impuestos de tu salario o de tu sueldo. Y si hablamos de impuestos, en este aspecto eres el número uno. Más dinero ganas, más impuestos pagas, hasta un 35% de tu salario en Argentina y hasta un 50% en otros países. De todas las entidades que están sujetas a pagar impuestos, no hay entidad que pague impuestos tan altos como lo hacen las personas que son empleadas en alguna empresa. Si eres un empleado deberías darte una palmada en la espalda por estar en el tren que más dinero le otorga al gobierno.
Tienes la menor exención de impuestos
No solamente eres el que más paga impuestos, sino que tienes la menor exención de impuestos disponible. Mientras una compañía puede achicar bastante los impuestos de cualquier cosa que produzca en su negocio, tú tienes que conformarte con una parte de tu salario, o sea lo que te queda después de los impuestos para que lo utilices en cosas como comer, vestirte, comprar ropa, cargar gasolina al auto, y todas esas cosas que hacemos para tener una vida mejor.
Solo generas dinero cuando estás trabajando
Trabajar o cambiar tu tiempo por dinero no genera ningún ingreso residual o pasivo, si no estás trabajando no estás ganando dinero. Es un acto de equilibrio difícil, uno quiere ganarse la vida pero también uno quiere pasar tiempo con la familia y con amigos. Es dar y recibir. Cuando trabajas, no puede tener ambos. Si quieres más tiempo con la familia, tienes que trabajar menos. Si quieres ganar más dinero, tienes que seguir trabajando e incluso más horas de lo normal. Para luego pasar a tener otra clase de problemas como los siguientes.
Hay solo 24 horas en un día
No importa cuánto dinero cobres por tu trabajo, tu estas limitado a 24 horas como todo el mundo. Y es realmente difícil trabajar 24 horas al día todos los días. Esto pone un techo a tus ganancias. Incluso si eres un famoso y poderoso abogado que factura $ 500 dólares por día, tú sigues teniendo un techo. Mientras tus estas generando un buen ingreso, aun seguirás intercambiando tú tiempo por dinero o sea estarás trabajando. En el momento que te detengas o dejes de trabajar tus ingresos también se detienen.
Lamentablemente llegara un tiempo en que ya no puedas trabajar más. Esto sucederá cuando te enfermes, tengas un accidente, cuando te jubiles o seas forzado a retirarte de tu trabajo. Lo que suceda después dependerá de las decisiones que hayas tomado en tu vida cuando aún eras joven. Si has hecho bien las cosas de seguro que tendrás una vida donde no será necesario que trabajes. Sin embargo, las estadísticas muestran que la mayoría de las personas no tienen un plan para el retiro o para su jubilación y se ven forzados a tomar algún tipo de ayuda o limosna, ya sea del gobierno o de la familia.
Si eres una persona que intercambia su tiempo o esfuerzo por dinero te recomendaría que tomes una mirada seria a tu situación. Mira cuanto se está llevando el gobierno de tu esfuerzo vs lo que toma el gobierno de las empresas o corporaciones. Te doy un ejemplo, yo tengo una pequeña empresa que solo paga 15% de impuestos en comparación con mi esposa que trabaja en una empresa y el gobierno le quita el 35% de su salario, o sea comparando la misma cantidad que genera en la empresa y el salario total de mi esposa.
¿Qué te sucedería a ti y tu familia si ya no pudieras trabajar más? La mayoría de nosotros no tenemos seguro de vida o un seguro de retiro ya que solemos pensar que somos invencibles, pero la realidad demuestra que no los somos.